El recién nacido
Los bebés al nacer tienen los ojos muy abiertos, como si quisieran captar todo el mundo nuevo que acaba de aparecer ante sus ojos por primera vez. Sin embargo, tras esos primeros instantes de vida, es habitual que mantengan los ojos cerrados la mayor parte del tiempo. No debemos alarmarnos, ya que esto no tiene relación con defectos de visión.
Desde el primer momento, el bebé puede ver, aunque la zona central de la retina no está completamente desarrollada y su visión es limitada. En esta etapa, los recién nacidos son capaces de ver objetos en una distancia de entre 20 a 30 centímetros, probablemente en una escala de blanco, negro y grises.
Hacia el final del primer mes
El bebé comenzará a mostrar un cierto interés por el entorno, aunque su atención se limita a un radio muy pequeño y durante periodos de tiempo cortos. Es un momento en el que comienzan a reconocer rostros familiares.
Durante el segundo mes
La visión del bebé comienza a perfeccionarse. Ahora consigue enfocar a distancias más cortas, y puede seguir objetos con la mirada, aunque solo durante unos segundos. Además, este progreso se acompaña de un mayor control de la cabeza.
A partir de las 10 semanas
Se produce un avance notable en su capacidad visual. Por ejemplo, puede descubrir sus propias manos, ya que empieza a percibir los detalles más pequeños y puede enfocar casi a cualquier distancia.
Tercer mes
El bebé empieza a tener una visión más precisa. Capta el contraste, distingue detalles y reconoce partes de la cara como los ojos, la nariz y la boca. Este progreso refuerza el vínculo con sus cuidadores.
Cuarto mes
En este momento se desarrolla la sensación de profundidad. Ahora puede ver a una distancia de hasta un metro y comienza a coordinar su visión con sus manos para intentar agarrar objetos que pasan frente a él.
A partir de los 6 meses
El bebé ya reconoce más caras, mejora su percepción de profundidad y distingue colores primarios y algunos secundarios. Además, los dos ojos comienzan a trabajar juntos, viendo la misma imagen al mismo tiempo.
Su primer cumpleaños
Para cuando cumple un año, la vista del bebé es casi igual a la de un adulto. Ha desarrollado una visión tridimensional y puede distinguir colores con claridad.